domingo, 6 de julio de 2014

Nubes



Hoy no supe
qué decirle al silencio,
y enajenada me abracé al vacío,
al vacío de mis manos;
no supe lloverme,
y me arrastró el viento
rompiendo mis sueños.

Y así como todo cambia,
me transformé en ave migratoria
buscando su nido, su paisaje.

Hoy mis manos
deambularon vacías
como nubes sin lluvias...
sólo de fuego,
de fuego y arena,
de arena y viento.


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