miércoles, 18 de diciembre de 2013

Fuente



Siempre la misma cadencia
entre las manos y las miradas,
un suma y sigue entre silencios,
entre el monótono tic-tac
de un reloj varado en la nada;
surgir y perecer,
ser quietud, ser sueño;
surgir y caer,
ser silencio, ser deseo...
de ser mar en la dulzura
del agua estancada,
de ser caricia
en la voz del viento.


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